Desafíos de la Educación Católica

En este doble número correspondiente a julio y agosto 2014, invitamos a reflexionar sobre el documento de trabajo propuesto por la Congregación para la Educación Católica titulado “Educar hoy y mañana, Una pasión que se renueva” (Ciudad del Vaticano, 7 de abril 2014), el cual trata sobre los desafíos que tienen las instituciones de educación católica en estos tiempos. Es una iniciativa que prepara el Congreso Mundial que se tendrá en el 2015 sobre la Educación Católica, año en que se celebra el 50º Aniversario de la Declaración “Gravissimum educationis” referente a la educación cristiana y del 25º de la Constitución Apostólica “Ex corde Ecclesiae” sobre las universidades católicas.

Invitamos a cuestionarnos a la luz del documento de trabajo que nos propone la Iglesia para reanimar nuestro actuar como educadores católicos. En particular, sobre los desafíos en cuanto a la identidad, las comunidades educativas, el diálogo, la sociedad de aprendizaje, mantener la educación integral y la optimización de recursos; también los desafíos frente a la formación religiosa, a la pastoral y los contextos en los que se desarrollan las escuelas.
Sobre este interesante texto, ofrecemos dos entrevistas: al Prof. José Luis Andrade de la AVEC y a la Hna. Mariana Guinand, religiosa concepcionista, quienes abordan desde su punto de vista, varias de las temáticas trabajadas en el documento. También compartimos un video que repasa mucho de la realidad de nuestro mundo y la cultura de hoy, desde donde nos alienta, con esperanza y fe, a recobrar el sentido de nuestro papel de educadores católicos, como maestros, profesores, padres y madres de familia.

Para profundizar a nivel personal y grupal sobre el tema, proponemos las siguientes preguntas: ¿cuáles son los aspectos más positivos de nuestra experiencia en las escuelas católicas?, ¿se promueve en las escuelas católicas el diálogo interreligioso e intercultural?, ¿se involucran a todos los actores que hacen vida en la comunidad educativa?, ¿cuáles son aquellos desafíos que se hacen presentes y más exigentes en nuestro contexto nacional y más en particular en la institución donde trabajamos o se educan nuestros hijos?

Invitamos, con palabras del Papa Francisco, que aparecen citadas en el documento de trabajo, a vivir desde nuestra vocación educadora, estos tiempos de necesaria renovación.

“No os desalentéis ante las dificultades que presenta el desafío educativo. Educar no es una profesión, sino una actitud, un modo de ser; para educar es necesario salir de uno mismo y estar en medio de los jóvenes, acompañarles en las etapas de su crecimiento poniéndose a su lado. Donadles esperanza, optimismo para su camino por el mundo. Enseñad a ver la belleza y la bondad de la creación y del hombre, que conserva siempre la impronta del Creador. Pero sobre todo sed testigos con vuestra vida de aquello que transmitís. Un educador […] con sus palabras transmite conocimientos, valores, pero será incisivo en los muchachos si acompaña las palabras con su testimonio, con su coherencia de vida. Sin coherencia no es posible educar. Todos sois educadores, en este campo no se delega. Entonces, es esencial, y se ha de favorecer y alimentar, la colaboración con espíritu de unidad y de comunidad entre los diversos componentes educativos. El colegio puede y debe ser catalizador, lugar de encuentro y de convergencia de toda la comunidad educativa con el único objetivo de formar, ayudar a crecer como personas maduras, sencillas, competentes y honestas, que sepan amar con fidelidad, que sepan vivir la vida como respuesta a la vocación de Dios y la futura profesión como servicio a la sociedad”