“Educar hoy y mañana. Una pasión que se Renueva” es el lema planteado en el Congreso Internacional de Educación Católica, celebrado el pasado mes de noviembre en Roma. Asume el desafío que implica educar hoy, proyectando un futuro, impregnado de incertidumbre y esperanza, desde una pasión que nos invita a renovarla, constantemente, para lograr evangelizar a lo más profundo del corazón de los estudiantes.
Este mes de febrero queremos acercarnos a cuatro puntos expuestos en la Síntesis Conclusiva del Congreso: identidad y misión, los sujetos que interactúan en la educación católica, la formación de los formadores y los grandes desafíos. Siempre teniendo presente a los destinatarios de nuestra misión educativa, los niños y los jóvenes, quienes confían en nuestro trabajo y entrega: ¿Sentimos que estos cuatro puntos los atendemos en nuestra realidad?, ¿qué aspectos incluiríamos en los grandes desafíos?, ¿en la institución educativa que trabajo se está proyectando o planeando profundizar estos aspectos?
Seguramente hay muchos desafíos y aspectos por atender. Según esta reflexión, la misión educativa católica brota de la identidad de nuestra Iglesia como tesoro que se comparte y se recibe como don. Este tesoro se vive dentro de la comunidad educativa y en todos los que creemos y confiamos en este gran proyecto, y que apostamos también por afectar y ayudar al contexto social y cultural. En esa comunidad educativa se está consciente del papel que tenemos los educadores, por ello nuestra formación es parte de las prioridades, así como la tarea de brindar una educación integral que busque profundizar la fe y atender a las periferias.
Llevamos y compartimos una misión. Deseamos que este documento ilumine nuestra tarea, nuestros sueños y proyectos. Por ello compartimos las palabras de Mireya Escalante, profesora con una amplia trayectoria en Fe y Alegría, quien nos brinda sus reflexiones sobre los desafíos. Y un vídeo con unas palabras del Papa Francisco en la clausura del Congreso Internacional.
Necesitamos, como bien nos dice nuestra entrevistada, odres nuevos para este vino nuevo que quiere ser la educación católica. Que estas experiencias, acompañadas de discernimiento y oración, nos sigan inspirando.